martes, 2 de marzo de 2010

Regla 4ª

"Minimiza los daños”


Seamos realistas. Eres novata en el arte de lidiar con gilipollas y a pesar de leer mis reglas anteriores, has acabado quedando con tu idiota favorito. Está bien, eres tonta del culo, pero que no cunda el pánico. Es una situación temporal: mañana probablemente dejarás de ser tonta perdida; lo de él es un continuo.
No intentes volver a anular la cita o evadirle: en este estado no lo conseguirás y parecerás una neurótica. Intenta minimizar daños: queda con él para comer. Es lo más sensato. Durante al menos la mitad del tiempo que dure vuestra cita, él tendrá la boca llena. A menos que sea un cerdo, eso lo mantendrá también con la boca cerrada: cuanto menos hable, menos dejará salir al gilipollas que le dirige desde dentro. Por supuesto, nada de café ni postre. Bebe lo justo: si tienes que levantarte al servicio, te acabará mirando el culo y querrá volver a quedar. No podemos permitírnoslo: flaquearás.

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