domingo, 11 de julio de 2010

Regla 15ª

"El porcentaje asumible de cita"

Si a pesar de la guía de pistas de este blog, se te ha escapado algún gilipollas y aún lo estás soportando, he de decirte que llegará el día en que escuches algo parecido a esto:
"Prefiero que te vayas porque con mis amigos no puedo dedicarte el 100% de mi tiempo, que es lo que te mereces, así que mejor te acompaño a la puerta." y te verás con cara de gilipollas (mimetizando con él) saliendo por la puerta sin entender nada.
Contra-ataque a seguir:
1º. Vete con uno que te dé un 10%. Probablemente te alcance y te sobre.


2º. Vuelve los números en su contra con frases como:



- "Verás, yo queria invitarte a darte una vuelta en mi coche nuevo, pero un 30% mio estará conduciendo, el otro 40% escuchando musica, y no quiero darte solo mi 30%...tú te mereces más"



ó



- "Lo siento, me hubiera tomado el detalle de fingir un orgasmo para calmar tu ego, pero un 30% de mí estaba pensando "¿Pero por qué hace eso?", otro 20% pensaba "No me entero", un 15% sopesaba "Debería haberme ido con el otro" y un 10% trataba de autoconvencerse "¿Esto siguen siendo preámbulos, ¿verdad?". Con un 25% de concentración restante es muy difícil ponerse a hacer teatro. No me odies por ello. Al menos, no al 100%"



3º. Si se ofende, hazle la peseta: muéstrale el dedo medio y dile "Toma, mi 1%".

Regla 14ª


“No te dejes engañar por las profesiones”

Bomberos, pilotos, policías, agentes de operaciones especiales del ejército, ejecutivos, brokers... Lo sé, todos llaman la atención y parecen ideales. Pero hasta los bomberos por más que salven gatitos de los árboles pueden ser gilipollas. Recuerda que pasan tests psicotécnicos, sí, pero las bases para opositar no excluyen específicamente a los gilipollas (aunque deberían considerar la gilipollez una minusvalía y tener plazas reservadas) así que no te fíes. Si parece gilipollas, húndelo en la miseria, supéralo y avanza.

Regla 13ª

“De uno en uno o divide y vencerás”.



Hasta que no llegues a la regla 50 o posteriores, no te atrevas a luchar contra varios gilipollas a la vez. En todas las pelis de zombies e infectados, cuando vienen varios en grupo persiguiendo al protagonista, el tío acaba palmando seguro. Es un hecho. No queremos perderte a tí también así que NO SEAS LOCA!

Regla 12ª


“Si es de Outlet, búscale la tara.”
Nunca hagas caso a quien se promociona en exceso. “Soy cocinero vegetariano, entrenador personal, camarero y voluntario en protección civil. Bailo tres tipos diferentes de salsa, me encanta el deporte: tenis, taekwondo, futbol y no me pierdo un Roland Garros. No bebo, no fumo, quiero a mi mamá, a mi papá y a mi perro Dough y a mi gata Paca Y TE ESTOY OCULTANDO ALGO GRANDE COMO UN CAMIÓN, PEDAZO DE TONTA...” Sí, hay algo que no te está contando y que importa. Detrás de tanto blablablá promocional hay un posible: “Tengo novia”, “Estoy casado”, “La medicación no consigue que se me pasen las ganas de matar” o “Cuando yo era pequeño decapitaba gatos”. Sospecha. Cuando alguien se vende tanto es porque no lo compran, y esta es una sociedad consumista. Si te lo llevas, 15 días de prueba y luego de vuelta.

Regla 11ª

"Es de bien nacido, ser agradecido"


Las rupturas suelen ser un mal trago y la mayoría de las veces los regalos intercambiados pagan los platos rotos y acaban en la basura o guardados en una caja que se llenará de polvo. Quiero reflexionar hoy con vosotros para llegar a la solución. Preguntémonos sin temor:

"Adónde va el amor cuando se acaba?"
"¿Dónde van los besos que no llegan a ninguna parte?"


y la que concreta toda mi filosofía de hoy:

"¿Adónde se van los calcetines que se pierden cuando se lavan?"

Pues ni puta idea, pero lo importante es que se transforman. No sabemos adónde mierda se van, pero sabemos que se van y que tras el desamor de Junio llega el amor de Agosto, que los besos que nunca se dieron, se reparten a destajo cuanto estás soltero, y.... lo de los calcetines es cosa de la ciencia. Como veis, todo cambia. Pilla tus tickets y haz lo mismo con tus regalos.


Ejemplo:


"Hola, quiero devolver este reloj horroroso que me regaló mi novio. Ahora es mi ex, así que no me gusta."


Y punto. Ningún dependiente se atreverá a objetar nada y te lo cambiarán.

Y posteriormente el gran paso: agradecer. El que te hará darte cuenta de la madurez adquirida en el proceso de cambio.


Ejemplo:

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Nota de agradecimiento: "Querido Ex: Me he gastado el dinero de tu último regalo en una bici elíptica. Ahora estaré aún más buenorra y otros lo disfrutarán xD. Gracias por hacerlo realidad."



miércoles, 10 de marzo de 2010

Regla 10ª


"La coherencia no es un extra; exígela de serie"
Imagina lo siguiente:
Tienes un vecino que no te habla nunca. Te subes al ascensor con él y ni te mira, pero cada noche a las 12 toca tu puerta y te dice: “Buenas noches, cielo mío. Me retiro a descansar. Hasta dentro de un rato que nos encontraremos en mis sueños. Besos” y se va.
Bien, si este tío te parece gilipollas, el hecho de no verle en tres dimensiones no debe cambiar nada: es gilipollas igual. Es decir, si en el Messenger tienes a un tío o tía que jamás te habla, salvo para despedirse afectuosamente de ti cada noche, haz lo que harías en la vida real: tirarle por las escaleras y gritarle mientras cae: “¡Buenas noches, gilipollas mío! ¡Hasta dentro de unas horas que nos encontraremos en el portal, tú, yo, tu pierna rota y tus dientes! ¡¡Besos!!”
Tal vez no estés preparado para ser tan radical como yo y tirarle escaleras abajo. Prueba una opción intermedia: ciérrale la puerta en la cara, espera 2 segundos y vuelve a abrir. O lo que sería el equivalente virtual: machaca, espera, lee respuesta. Por ejemplo:
Él: “Bueno, ya es tarde, no me quería ir a dormir sin desearte buenas noches y dulces sueños. Y si nos cruzamos en tus sueños, no dudes en saludarme.”
Tú: Tú estás chalao.
Él: ¿Te he molestado?
Tú: ¿Ya estoy dormida?
Él: ¿Estás enfadada?
Tú: ¡¿Pero quién me habla en sueños?!
Atrévete y cita a los clásicos para burlarte:
Tú: “¿Que quizás soñando estoy aunque despierto me veo?” (“La vida es sueño” Calderón de la Barca)
ó
Él: Es que no soy mucho de chatear, no tengo paciencia para eso, mejor hablamos en sueños jajaja.
Tú: “¿Sabes? Dios no te hubiera dado la capacidad de soñar sin darte también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad.” (Hector Tassinari).
Aún así, si sabes dónde vive tu gilipollas, no puedo dejar de recomendarte una tercera opción. La próxima vez que te diga: “Hasta dentro de un rato que nos encontraremos en mis sueños.”, ponte pelos de loca, píllate un radiocassette viejo, métele una cinta de Camela con una canción que diga “Nooo, no quiero verteee” y ponte en su puerta a a las 3 de la mañana mientras le gritas:”¡¡Lo nuestro no puede ser!!” y ¡QUE NO DUERMA EN TODA LA PUTA NOCHE!.

domingo, 7 de marzo de 2010

Regla 9ª

"No resPondas a los mEnsajes Perdidos SublIminales"

Si estás ignorando a un gilipollas o has cortado recientemente con uno, ya sea chico o chica, es probable que recibas mensajes "equivocados" al móvil similares a estos:


1. Destinados a destruir tu autoestima:


"Qué bien me lo pasé anoche, ¡por fin un buen polvo!"

"Me alegro de que ya no tengamos que seguir ocultando lo nuestro ahora que ya no tengo novio :)"

2. Destinados a causarte angustia y duda:


"No, no puedo decirte quién es el padre del bebé que estoy esperando, pero no eres tú" seguido de un "Uy, perdona, me equivoqué de número".


3. Destinados a conmoverte para que retomes la relación:


"Siento haberte llamado con el nombre de otra anoche mientras follábamos pero aún no he olvidado a mi ex. Aún la quiero y querría volver con ella porque es la mujer más maravillosa del mundo. En fin, ¿nos vemos en tu casa esta noche sobre las diez?"


Si respondes a cualquiera de estos mensajes, te perderás toda la diversión. No lo hagas y espera. Deja que el gilipollas, él o ella, se inspire. Así:


SMS 1: "No hacía falta que me regalaras flores, aunque son preciosas".

SMS 2: "¿Sabes qué te digo? Que las flores te las metes por el culo, porque a quien amo no me regala nada y es la persona a quien más quiero"
SMS 3: "Uy, perdona, me equivoqué de número, los mensajes no eran para ti."
SMS 4: "¡Te he dicho que los mensajes no eran para ti!"
SMS 5: "No te importa nada, ¿verdad?, ¡¡pedazo de mierda!! Te digo que me han regalado flores y no haces nada, ¡cabrón!"

Si quieres tener doble sesión, a la mañana siguiente responde pero sin decir nada. Envía un sms en blanco, sin texto. Tu gilipollas particular no sabrá si le has dicho algo importante pero se ha borrado, si te has equivocado o si le estás vacilando. Arriésgate y gana.



Pista 2

Los gilipollas están ahí fuera y sus neuronas también, sólo que en términos geográficos no comparten el mismo espacio. Por su falta de neuronas los reconocerás en conversaciones como estas:

Ejemplo 1:

Tú: Te he dicho que no me toques el culo.
Él: ¿Por qué no quieres que te toque el culo? ¿Que tienes la regla?

Ejemplo 2:

Él: Hola, guapa, ¿te vienes al cine?
Tú: ¿Para ver qué película?
Él: "Unas vacaciones de verano con el pepino en la mano". Me han dicho que es buenísima.

Ejemplo 3:

Él: Hola, XOXO.
Tú: ¿XOXO?
Él: Sí, es conejo en inglés.

Ejemplo 4:

Tú: Si quieres, podemos aparcar cerca del parque. Allí siempre hay sitio.
Él: Guay.
Tú: Además, hay una tetería nueva a la que podríamos llegarnos.
Él: Guay.
Tú: Uy, nos hemos pasado de salida. Gira aquí en la rotonda y volvemos hacia atrás.
Él: Guay.
Tú: Me tienes hasta los huevos con el "guay".
Él: Guay.
Tú: ¿Guay?
Él: Guay.


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Regla 8ª

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“No te dejes presionar"
En tus intentos de evadir al chico idiota, hay una táctica que ellos usarán indiscriminadamente: “Ya estoy en camino. Si quieres, baja, sino me quedo esperando toda la noche en tu portal.” Pues bien, no quieres. No quieres bajar. Así que no bajas. Prepara un tupper con magdalenas y un termo de café por si a la mañana siguiente te lo encuentras en el portal, pero ni se te ocurra ceder y bajar. “Pobre, estará pasando frío ahí abajo.” pensarás. Recuerda tus escarceos adolescentes en el portal con tu primer novio: el portal puede ser un lugar muy acogedor. Déjale que lo disfrute... a solas. No bajes. No.

jueves, 4 de marzo de 2010

Regla 7ª

“No te dejes confundir”

No soy mala persona” te dirán. No importa. No es el tema. La cuestión es que es gilipollas. GI-LI-PO-LLAS. Debes saber diferenciar claramente. Regla escueta pero tómala como si fuera un mantra.

Regla 6ª

“Destruir es destruir y punto”.

Sin piedad. Vuelve loco al enémigo. Suelta frases como "Tú estás tonto" cuando él tenga un arrebato romántico.
Ensayemos:
Él: Creo que me estoy enamorando de ti, ¿sabes?
Tú: (risa de por medio): jajaja. Y zás, deja que salga sola, el gran momento: "Tú estás tonto."

Si es posible, revuélvele el pelo cariñosamente como si fuera un perrito pachón mientras te reafirmas en tu frase. Si lleva gomina, aborta misión.

Cuando él intente hablar en serio, ríete, bromea y de repente hazte la ofendida. Si se muestra comprensivo y hay música de fondo y conoces la canción, tararéala alegramente para redirigir la situación. Lo importante es que se desespere y no entienda nada. Él también lo haría, y de hecho lo hará si le das tiempo, así que no tengas remordimientos ni le des tiempo. Sólo puede quedar uno. Darwin no le dejaría vivir.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Regla 5ª

"Ríete"

Ante un ataque vía sms no pierdas el tiempo respondiendo razonablemente. Simplemente escribe: “jajaja” y espera. Será un ataque frontal en toda regla. Piensa en lo mucho que te cabrearía recibir una risotada por respuesta si envías un sms enfadada. Con la práctica acabarás riéndote de verdad a la vez que lo escribes. Si te ríes en exceso, empieza a medicarte. Si el gilipollas insiste es hora de usar las mayúsculas: "JAJAJA" y empezar a combinar signos de puntuación tipo: "Ja.Ja.Ja." o "Ja...ja...ja". Tarde o temprano, el gilipollas colapsará y dejará de atacar. Ten fé.

martes, 2 de marzo de 2010

Regla 4ª

"Minimiza los daños”


Seamos realistas. Eres novata en el arte de lidiar con gilipollas y a pesar de leer mis reglas anteriores, has acabado quedando con tu idiota favorito. Está bien, eres tonta del culo, pero que no cunda el pánico. Es una situación temporal: mañana probablemente dejarás de ser tonta perdida; lo de él es un continuo.
No intentes volver a anular la cita o evadirle: en este estado no lo conseguirás y parecerás una neurótica. Intenta minimizar daños: queda con él para comer. Es lo más sensato. Durante al menos la mitad del tiempo que dure vuestra cita, él tendrá la boca llena. A menos que sea un cerdo, eso lo mantendrá también con la boca cerrada: cuanto menos hable, menos dejará salir al gilipollas que le dirige desde dentro. Por supuesto, nada de café ni postre. Bebe lo justo: si tienes que levantarte al servicio, te acabará mirando el culo y querrá volver a quedar. No podemos permitírnoslo: flaquearás.

Pista 1

Estamos de acuerdo en que no podemos pasarle un test a cada posible idiota que conozcamos, de modo que inauguramos la sección de pistas para reconocer a los gilipollas que tenemos delante.

Ejemplo 1:

Estás hablando con "tu gilipollas" sobre lo que acabas de cenar. La conversación es la siguiente:

Tu: Pues he comido una ensalada y una pera.
Él: Una pera o... ¿un plátano?
Tú: Una pera.
Él: ¿Pera o manzana?

Así hasta que se le acaben los nombres de frutas que conoce y probablemente hayas hecho la digestión de la pera. La pera.

Ejemplo 2:

Estáis a punto de quedar para tomar un café por primera vez. Le dices:

Tú: ¿Tomamos entonces ese café?
Él: Mejor dormimos juntitos. Jajaja.
Tú: En serio, ¿café o qué?
Él: Ains, omá.

Así durante horas hasta que decide llamar para invitarte a un café. No lo dudes. Gilipollas, gilipollas.

Regla 3ª

"No intentes limpiar tu nombre."

El gilipollas de turno, al sentirse ignorado e incluso plantado, intentará mancillar tu nombre atacándote... No pasa nada... ¡Deja que lo mancille! Probablemente tus padres se empeñaron en bautizarte con algún segundo nombre raro, como Francisco Nacho, o Julio Raquel. Así que deja que lo ensucien. Tómalo como una venganza indirecta hacia ellos. Y sobre todo, no caigas en la trampa de defenderte porque sus ataques te hagan sentir que eres mala. Acabarás acudiendo a la cita y tenlo claro: tú eres mala y él gilipollas. Jamás funcionará.

Regla 2ª

"Si el gilipollas persiste: ¡¡sé fuerte!!"

Él querrá quedar pase lo que pase. Sé que sientes pena y piensas "¡Pobrecito! Si no es tan malo, seguro. Debería quedar con él." MENTIRA! ES GILIPOLLAS Y LO SABES. No quedes con él, no cedas...Date cuenta de que es mucho mejor que siga pareciendo medio gilipollas mientras estás en tu casita, calentita, refugiada de la lluvia y el mal tiempo, que descubrir que es gilipollas sin remedio mientras te toca aguantarle en un bar, mínimo durante al menos la hora de rigor que por educación tendrás que regalarle. Piensa cuántas tonterías puede decir en una hora alguien que lleva siendo gilipollas toda su vida. No seas tonta: ese es su papel. Aguanta.

Regla 1ª

"Nunca pierdas tu tiempo con gilipollas."

Hasta en los momentos de profundo aburrimiento tu tiempo es demasiado valioso. Mira el techo y cuenta las goteras, o enciende la tele y haz zapping por los 234 canales de TDT hsta que se te quede el dedo pegado. Léete la constitución española y sus 169 artículos y bájate a la pescadería a convencer a todos de que se cumplen en tu país. Lo que sea. Cualquier misión imposible es mejor que quedar con el gilipollas. Amén.

Bienvenida

Buenas a todos. Con este blog pretendo dar unas pautas defensivas contra los gilipollas que nos rodean. Son consejos basados en la experiencia con dichos sujetos y en su análisis en noches interminables en un bar tomándome una copa... con ellos. Sí, con "ellos". Manejo reglas y consejos pero aún no he conseguido quitármelos a todos de encima. Son duros de pelar. Ellos son más numerosos y están bien entrenados. Hacen el idiota a diario. Sus rutinas diarias incluyen decir más de una estupidez por minuto y cagarla y cagarla de forma continua y ordenada a lo largo del día, de cada día, de cada semana, de cada puto momento que respiran. Ellos son así.

Si estás aquí puede ser por varios motivos:

1. Eres gilipollas. Está bien. No importa. Leerás mis consejos y así sabrás cómo volverlos en mi contra. Mmmm... No. Yo diría que no. ¿Por qué? Porque eres gilipollas, así que tu capacidad de introspección es mínima. Cuando lo leas, te reirás y pensarás que hablo de otros. De otros gilipollas. No de ti. Tú nunca. Incluso puede que te atrevas a escribirme aquí para apoyarme, aconsejarme o felicitarme. Hazlo, por favor. Cualquier cosa que hagas será buena para que se me ocurre una nueva regla. Queridísimo gilipollas: Bienvenido a mi blog. Sin ti no existiría.

2. NO eres gilipollas. Gracias. Gracias por elegir el bando adecuado. Cada vez somos menos, lo sé. Nos invaden. Desde que la gilipollez se ha vuelto un signo de evolución, ¡evolucionamos como locos! ¡Sin parar! Pero aún quedamos algunos "clásicos", aferrados a las antiguas costumbres de utilizar el cerebro y meternos la lengua por el culo antes de soltar más de una estupidez. Pasad y leed.